lunes, 1 de octubre de 2012

Dos años, unos calcetines y el cole

Ayer bajé al trastero a buscar los calcetines que mi hija llevaba en la incubadora, para hacer una foto y enviarsela a la asociación de prematuros para celebrar el día del prematuro. Y mientras rebuscaba en las cajas de la ropita de mi niña, me di cuenta de que han pasado ya dos largos años y parece que solo han sido dos días!!
Hace dos semanas que mi pequeña empezó la guarderia. No ha sido tan duro como creiamos, pero para ella ha sido un cambio muy grande y muy importante y nos lo recuerda todos los días desde entonces.
La semana pasada, cada vez que llegabamos a la guarde, vomitaba el desayuno de lo nerviosa que se pone sabiendo que se va a quedar allí sin su madre. Pero lo gracioso de todo, es que ella se queda muy bien en su clase. Las profes la tienen mucho cariño y a todos los tratan muy bien y es una niña que se integra estupendamente con sus compañeritos de clase y con las tareas y con todo. Pero a primera hora de la mañana, lloriquea y se lleva el disgustillo.
Y por las tardes se pone muy inaguantable; muy quejica, grita, llora, solo quiere estar en mis brazos, no quiere que nadie la diga ni la haga nada.... muy irascible.
Nosotros la regañamos, porque no queremos que sea una niña insoportable, porque siempre ha sido una niña que da gusto estar con ella, aunque tenga algun que otro día tonto.
Pero ella lo que esta haciendo es decirnos, a su manera, que necesita su tiempo para adaptarse a este cambio tan grande, que con mamá y papá se está muy agusto y ahora de repente la hemos "sacado del nido" para que ella vuele sola y no siempre es facil hacerlo a la primera, nos pide que tengamos paciencia con ella igual que ella la tiene con nosotros (que no siempre la damos lo que ella espera), y aunque la gusta el cole; se tiene que hacer de rogar con sus quejas y sus lloros para que nosotros no nos sintamos fuera de lugar pensando que no quiere estar bajo nuestras alas.....

A mi como madre, no me duele dejarla en el cole, de hecho no he llorado por dejarla en la guarde; no quiere decir que yo sea superwoman, solo que intento facilitarle a mi hija la vida haciendola ver que es lo mas divertido del mundo aunque seguro ella esté pensando que menuda bola la estoy contando! Pero no puedo evitar pensar en ella durante la mañana.  Me encantaria poder verla por un agujerito.... Cuando voy a recogerla, entro en la clase sigilosamente para que no me vea y asi poder observarla durante unos segundos; hasta que ella me descubre y da un salto de alegría y viene corriendo a mis brazos... Yo creo que ese momento, es el mejor del día.

Y asi se pasan los días... Paula crece, nos enseña el mundo desde su punto de vista, nosotros a veces intentamos hacerselo ver de otra manera y ella que es muy dura, sigue diciendonos que no siempre tenemos la razón. Aquel bebé y sus calcetines grandes, ahora es una minimujercita dispuesta a seguir enseñando a sus padres como hay que vivir la vida y que ella solita se puede comer el mundo....




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