Paula

Paula, significa Pequeño. Y pequeña es mi niña. Pero muy dura. Todo el mundo me dice lo mismo, las Paulas son muy fuertes, y la verdad que ella nos lo ha demostrado. Despues de que me la hubieran sacado, tardé dos días en poder conocer a mi hija. Y cuando por fin pude verla, ahí estaba ella. Pequeñita, metida en aquella incubadora, la cual iba a ser su casa en los siguientes meses. Nacio con 27 semanas de gestación, peso 800 grs. y midió 33 ctms. Al principio no podiamos verle bien la carita, ya que estaba entubada y en los ojitos tenia puesto como una especie de gafitas echas con unas gasas, porque la estaban dando fototerapia ya que tenia un poco de bilirrubina, pero aun asi era una monada. Tenia unas manitas muy pequeñitas y unos pies chiquitines. No tenia los chachetes del culo y tampoco tenia tetillas, eso hemos visto como poco a poco le han ido saliendo. La tenian sedada, no mucho pero lo suficiente para que no se moviera mucho mientras estuviera entubada... pero aun asi de vez en cuando movia las piernas y los brazos, igual que los movia cuando estaba dentro de mi vientre.  Ahi estaba mi niña. Esperando a que mama y papa la tocaran, la hicieran lo que en el hospital llaman “la contención”, eso es poner las manos encima de su piel, sin moverlas, sin acariciarla; solo poner las manos encima para que ella sintiera que estabamos ahi, que no estaba sola. Y entonces pense en las palabras que le dije la noche anterior a mi marido, cuando por fin pudimos estar juntos despues del trajin del viernes. El la habia visto desde el primer momento que nacio, pero yo no. El sabia como era, y yo mas o menos me podia hacer una idea, gracias a la foto que le hizo para que yo la viera. Despues de llorar todo lo llorable y de contarme lo mal que lo paso él, solo, sin saber que pasaba, viendo entrar y salir medicos de la habitación en la que yo estaba y cuando de repente vio que me llevaban al quirofano, despues de decirme como era nuestra hija y sin saber si todavia ella saldria adelante; le dije que teniamos que estar preparados por lo que pudiera pasar, y que si a las malas nuestra hija no salia adelante, que no pasaba nada que sabiamos que podiamos tener mas hijos y que en cuanto me recuperara de la cesarea, podriamos ir a por el siguiente. Pero cuando baje a verla por primera vez, y la vi alli, tan poquita cosa, tan indefensa ante la vida; automaticamente borre esas palabras y pense que si ella se moria, yo me moriria con ella.  A partir de ahi los dias se sucedian en la que, por un tiempo iba a ser nuestra segunda casa, el hospital. Ibamos por la mañana, un rato, la hablabamos, la mirabamos, la tocabamos... y otro rato por la tarde a mas de lo mismo. Todo el mundo intentaba animarnos, y decirnos cosas como que todo iba a salir bien, pero en esos momentos, las unicas palabras que nos alentaban eran las de los medicos, cuando nos daban el parte diario de la evolucion de mi pequeña. Y poco a poco iba evolucionando favorablemente, con las cositas de los prematuros, pero las iba superando. Y llego el dia en la que me la pudieron poner encima y sentirla como nunca antes la habia sentido. A eso le llaman “el metodo canguro” y consiste en que te pones al bebe dentro de la ropa, piel con piel. Y ellos lo notan. Y nososotros, los padres ni os imaginais. En la uci estuvimos mes y medio, parecia que nunca ibamos a salir de ahi, pero el 23 de Septiembre, nos sacaron a cuidados intermedios. Bien, habiamos subido un peldaño!! En cuidados intermedios estuvimos otro mes y medio hasta que nos mandaron a casa. El tiempo que estuvimos ahi, conocimos a muchos papas, que tambien habian sido padres prematuros, o que sus hijos habian nacido con bajo peso, o que tenian una hemorragia en la cabeza... habia mil casos. Y ahi ves, la humanidad de la gente. Hubo una semana, que en el box donde estabamos, hicimos como una pequeña familia. Con Arturito, Clarita, Victoria, Daniela (la eterna Daniela, que nacio en las mismas circunstancias que Paula, pero siendo mas pequeña, peso al nacer 450 grs. Y una semana antes que Paula, la mandaron a casa. Otra luchadora) y Paulita. Fue una semana, donde los problemas, las angustias, las preocupaciones, se nos olvidaron. Y yo creo que a partir de ahi, fue cuando empezamos a ver la luz. Mi niña en todo este tiempo, paso por un ductus en el corazon que afortunadamente se cerro solo con medicacion, paso por un problemilla en el esofago, que tambien supero, paso por una operacion de retina de la cual a dia de hoy esta estupenda... Mi niña, como todos los niños que estan en la uci del hospital, es una luchadora. Nos ha enseñado que no hay que rendirse y que se puede salir de los baches de la noche a la mañana... Y quiero hacer mencionar especialmente a Oscar; nunca supo como era su casa ni lo que alli le esperaba, solo sintio el cariño de sus padres dia tras dia aun sabiendo que nunca lo tendrian para siempre...    Todo esto, ha sido posible gracias al personal sanitario del hospital de La Paz en Madrid. No nos gustan los hospitales, pero guardamos un grato recuerdo del equipo medico que nos atendió y del equipo de enfermeras y auxiliares que velaron por Paula y por nosotros, los padres, que aunque esten ahi para cuidar de los bebes, tambien saben cuidar de los padres y hacer que cada dia nos sintamos un poco mejor. 
Y no me puedo olvidar de Oscar. Que aunque nunca llego a ver lo que le esperaba en casa, con sus hermanitos, sus padres no dejaron ni un solo dia en darle todo su amor y su cariño hasta el final y sin perder un apice de paciencia y de saber estar. Algo que tambien nos enseño mucho durante todo este tiempo.